Juan Ibañez nació en esta ciudad el 20 de abril de 1938 y murió el 12 de septiembre del 2000.
Sin lugar a dudas, la trayectoria teatral de Juan Ibáñez fue una de las más importantes de la segunda mitad del siglo veinte en México. Su puesta en escena de "Divinas palabras" de Ramón de Valle-Inclán ha sido considerada como uno de los grandes acontecimientos del teatro mexicano y sus trabajos en "La gatomaquia" de Lope de Vega, "Marat-Sade" de Weiss y "Triángulo español" de Becky aún son recordados por los aficionados al arte dramático.
La trayectoria fílmica de este artista fue breve pero inolvidable. Aparte de Los caifanes (1966) y de su mediometraje Una alma pura (1965), Ibáñez dirigió el último filme de María Félix y una curiosa serie de cintas de horror estelarizada, ni más ni menos, que por el mismísimo monstruo de Frankenstein (1931): el legendario Boris Karloff.
Aunque su intento por reproducir en la pantalla el impacto de su puesta en escena de "Divinas palabras" fracasara, Ibáñez siempre será recordado por su inteligente y audaz exploración del medio fílmico y como el creador de Los caifanes, quizás el mejor filme mexicano de la década de los sesenta.
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