Ayer, 30 de julio, la ciudad de Guanajuato se vio inundada por cientos de niños de diversos países, quienes se unieron por la paz.
Provenientes de España, Venezuela, Colombia, Estados Unidos, El Salvador, Bolivia, Perú, Argentina, Brasil, Italia, Ecuador, Honduras y, por supuesto, México; jugaron y realizaron varias actividades, todas ellas con un solo tema: la paz.
Hubo quienes baile, música, juegos, arte, y muchas sonrisas, la mayoría vestían de blanco en este encuentro de Niños y Jóvenes Gran Fraternidad Universal “Una Nueva Humanidad en Marcha… por la paz”.
Por la mañana, se realizó una ceremonia en las escalinatas de la Universidad de Guanajuato, donde se envío un mensaje de paz, y el rector de la Magna Casa de Estudios dio la bienvenida a los ahí presentes.
Durante las actividades, algunos pintaron, tal es el caso de los niños y niñas del Taller de Pintura Fortín Tostado; otros aventaban pelotas para encestar y así anotar puntos por la paz; también se entregaron pequeños papelitos con la palabra paz, escrita en varios idiomas y cualquiera podía pegarla en un enorme mapamundi en símbolo de la demanda de tranquilidad en nuestro planeta.
Provenientes de España, Venezuela, Colombia, Estados Unidos, El Salvador, Bolivia, Perú, Argentina, Brasil, Italia, Ecuador, Honduras y, por supuesto, México; jugaron y realizaron varias actividades, todas ellas con un solo tema: la paz.
Hubo quienes baile, música, juegos, arte, y muchas sonrisas, la mayoría vestían de blanco en este encuentro de Niños y Jóvenes Gran Fraternidad Universal “Una Nueva Humanidad en Marcha… por la paz”.
Por la mañana, se realizó una ceremonia en las escalinatas de la Universidad de Guanajuato, donde se envío un mensaje de paz, y el rector de la Magna Casa de Estudios dio la bienvenida a los ahí presentes.
Durante las actividades, algunos pintaron, tal es el caso de los niños y niñas del Taller de Pintura Fortín Tostado; otros aventaban pelotas para encestar y así anotar puntos por la paz; también se entregaron pequeños papelitos con la palabra paz, escrita en varios idiomas y cualquiera podía pegarla en un enorme mapamundi en símbolo de la demanda de tranquilidad en nuestro planeta.
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